20050217

: : : (josé ignacio lópez)

Yo creo que sé como.

Por lo menos,
cómo desviar la mirada,
i deshilachar los recuerdos
en los anteojos de otros.

Eso si:
no sé aguantar mis urgencias,
en mis diplomóticos despliegues
desechables de camaleón.

Sé decir: no me importa,
i morderme la lengua,
i mover impaciente las manos,
como si tuvieran alguna función,
un lugar donde posarse.

Sé aguntar por más de un minuto, también,
las ansias de llamar.
Más de dos
antes de saltar de cabeza
en las piscinas vacías.
Hasta una hora, puede ser,
soportando la naturaleza de las distancias
que no quiero,
i a partir de hoy,
mirando el techo
al final del día.

otro hombre (josé ignacio lópez)

Algunos hombres se arrugan cuando entra la noche.
Llevan el tedio amarrado en los ojos,
y el arrepentimiento como una nube de polvo.
Se rascan la sonrisa en las calles,
hasta llegar al fondo de su cansancio.
Tragan la felicidad que los consume,
hasta que se les despegan las ganas.
Su mirada,
se derrumba entre las cenizas...
...y a su almohada, se le adivinan los sueños.

meet the 4th challenge (josé ignacio lópez)

Este computer-adaptive sentimiento
es cotidiano como un arma
filoso como la manzana vengadora
de aquel cuento.
La pequeña cafetería está vacía,
el azucar ya no me alcanza para olvidar.
Como si me pudiera dar lo mismo,
pudiera…I guess…
pero la verdad es que no da, ya no da para más.

Limpio Skinhead en la piscina
ante este efecto poltergeist de telenovela.
es que los zombies también lloran,
escondidos en los viveros entre flores de plástico,
rascándose los ojos en el AMC,
lloviendo ángulos muecas ilusas,
ante una audiencia muda de nombres.

Los sabios anteojos del otro lado
el astrolabio de la carne,
me han devuelto este reflejo muriente
esta instantánea memoria
de nuestro aullido futuro.
Uno siempre puede esperar para siempre, no?
Triunfador ante las masas,
exitoso espantapájaros de mirada turbia,
que alguien me baje de este carrusel
(aunque sea a la fuerza).

Aerolíneas del alma anuncian la salida…
el 713 se sube al sueño sin boleto.
Como si el pasado se pudiera vomitar, digerir,
remolcar, comprar, vender, permutar, transmutar.
Por lo menos aliviar, apaciguar, drogar, engañar,
domar, doblar, esconder, rearmar, amar,
respirar, escupir,
parchar con los chicles del destino,
barrer debajo de la alfombra del pasado nuevo,
deformar hasta cumplir con la audaz puesta en escena.

SE VENDE:
armadura defectuosa con su moribundo
soldado intergaláctico mas.
Batteries not included.

segundo plan (miguel quivira)

Te traje manzana y café
con dos cucharadas de azúcar.
Además una sonrisa como disculpa.

Tú sabes cuánto ha llovido
hasta los buenos deseos se nos mojaron.

Lo sé. Mi automóvil está sucio
pero hoy me puse perfume
para disimularlo.

Imagina lo que pensará la gente:
pensarán que vivimos en la selva
pensarán que cruzamos un desierto
nos dirán aventureros.

Quizá en el taxi una señora te aplastaba
o el taxista chocaba con un camión de rancho
cubriéndolos con estiércol de caballo.

Entonces decidí pasar recogerte.
Piénsalo. Cosas terribles suceden.

si fuéramos... (miguel quivira)

Si fuéramos quienes decimos ser…
la casualidad nos volcaría
en una cesta de serpientes

las ojeras no tocarían los labios
y andaríamos siempre despeinados

Nos haríamos solemnes
como una legumbre

Algunos crecerían tanto
que su peso los hundiría

Los hospitales no descansarían
de cuellos rotos por medallas
y sexos descomunales

Nos dolerían las costras de las etiquetas

Los niños serían tortugas, golondrinas,
asnos, astronautas, bomberos y doctores

Los adultos serían ascetas rebeldes,
vagos empresarios, serios parranderos,
catedráticos de la vida, graves veteranos

Nadie podría creer la hermosura del vecino

Sobrevivirían los silenciosos
viendo transfigurar mi rostro
en un manojo de fuegos artificiales.

carta delirante (miguel quivira)

Cristal invidente
frente a ti anochece:
las casas se pierden
en la curva del monte.

Entre el vitral de la gloria y el abismo,
en un andamio de brújulas violetas
¿qué será de los ochenta años Pedro,
de los amigos marchados o marchitos,
los amores, las guerras que llegaron
que se fueron con su pésame de cartas?

Ahora prendes los aparatos del ruido
para mal disimular la sordera
y masticas algo denso
como una almendra
cuando escuchas hablar de paraísos.

caja de fósforos (miguel quivira)

Piso algo resbaloso
¿un sapo?
imagino brillante
la mancha verde
de mi descuido.
Dientes de león
acarician mis tejidos.

Alguien pisa, aplasta
oprime, anula
un caracol.

Siento mareo
rencor, lástima.

Utilizo
mi caja de fósforos
como féretro.

-¿Y el caracol?
pregunta un niño
-Está con Dios.
-¿Y el caracol?
pregunta Dios.

tic tac (erick galvez)

Miles de segundos de reloj
cruzarán las fronteras del misterio
la lapidaria e in divisoria línea de fronteras húmedas
sé que de punta mis dedos
tocan algunas veces la cáscara caminante de tu alma
esta es noche de fieras domadas
la luna y tu serán un solo de misterios luminosos
una curiosidad que me hace brillar los cayos como ojos.
Sabes bien que tus dudas me atan
que solo tus labios me devuelven a la vida
y que en tus ojos solo veo mis ruidos contemplándote
como un suave pan de un desayuno cualquiera.

Algunos atardeceres iluminarán y
despedirán otros nombres
algunos días no brillaras indestructible como el humo
nadie es sol de todos las noches
una breve mañana desperté en el sueño
y en el silencio de cualquier noche
escapé y mis pieles se hicieron débiles
y en caída fractal
solo vuelvo escuchar los ecos, los segundos
las goteras refrescantes de tu alma
y mi voz precipitándose sobre tu nombre sin ecos
esperando una esperanza
que me devuelva hervido
a mi incendio de limbo
de acero oxidable
y de seguridades instantáneas
mantras de siempre olvidar
breves murmullos se quejan
como tus labios despidiéndose
una y otra vez
como una película rayada de añoranzas
sin tanto pop corn.

trabalenguas (erick galvez)

Escaleras de tu mente
bajan lentamente
y entre las vueltas y las direcciones
se descompone tu savia.
Una bandada de telegramas
acorrala tu ceguera
te atraviesa cual alma incorpórea
destituyes más de mil veces
a los responsables de tu fragilidad.
El miedo nunca te dio abrigo
tu piel te habló lenguajes claros
pero en el diluvio
se disuelve
tu dulce cáscara.
Toc toc llaman a tu alma
las alas del ángel ya no te sirven para volar
tu trinche hechicero
se retuerce de pena
el humo en el horizonte
te habla de mares lejanos.
saliste a buscar el amor
y encontraste que las palabras
sólo nos confunden
un poco más.

tigre de tiempo (erick galvez)

No te sabrás cruel impacto
acompañado de voces perpetuas
desquiciado de orígenes.
Los diálogos entre los espejos,
te distorsionan entre las sombras
de los filtros de aire
te colocas fango bajo el lente
preparas tu brebaje de olvidos
tus antídotos de futuros
y con el rostro maltrecho y desencajado
desertarás de entre tus cobardes soldados,
tercamente inútiles,
para untarte de doncellas y guerras
con objetivos teledirigidos que explotan
uno no tiene suficiente tiempo,
para correr
y explotar más pronto
como un gato tonto y cruel
salpicado solo de instantes

zapatos (paty blake)

banquetas. cientos de zapatos
recorren la calle tercera.
los míos -rojos-
son gotas que escurren por la orilla
de este sol derretido.
uno dos trazos, descubro una punta
que delinea la sombra en mi mochila.
nubes,
un poco de lluvia nos vendría muy bien
a tí, pintor, y a mí, transeúnte. nos conviene a los dos.
si después de lavar los pinceles
quieres caminar un rato
te invito a la esquina más fresca
del cuadro
que aún no terminas.

sesuda conclusión (paty blake)

he pensado
que urge conocernos
cruzar la bruma
ciegos, no importa,
descomponernos,
acortar el en medio
de tajo,
saltarnos pasos
protocolarios

no me importa
si prefieres café o té,
o si tus ojos combinan con tu camisa,
no importa,
lo que urge es conocernos:

no acostumbro
besar el ombligo
de un extraño

: : : (paty blake)

la realidad fue ayer
dice la mujer, mientras toma su cuerpo de equipaje
y se mece en él como recién llegada
a una mansión sin puertas.
habrá mejores días y se abre de golpe una ventana
el cielo rechina en su bisagra seca
de tanto haber estado inutilmente humedecida.
los viajes son inicios y partidas
son seres alados que llegan en forma de autobús
y avanzan como una mancha oscura
en aquello que algunos llaman horizonte.
antes de salir, la mesa del té lista
último vistazo a las paredes
alzadas todavía como enredaderas de verano.
habría que podarlas, era evidente entonces, piensa,
y ahora basta soñar un lugar sin techo
y no hay diferencia entre lo que queda.
luego el sol, como siempre, y sus rayos
un cuchillo de luz por la rendija,
un trago más al té, resbala por su boca
la vida en tránsito espera el abordaje.

al parecer, no tiene prisa la viajera.
acostumbrada a los abismos,
y a los tés de yerbabuena, lee las últimas noticias
en las palmas de sus manos.
mira que las líneas se entrecruzan
y quién sabe
hay silencios tan largos como vidas.
mira que atravesar paredes es demasiado,
nadie paga tanto asomarse a una calle vacía.

dobleces finos en las manos
y el mundo se compacta en la valija
último trago, y no hay preguntas

hierve el té,
una vez más
y es lo que importa

hierve el té
quién sabe dónde, quién lo enciende...

la realidad fue ayer:
no es necesario el equipaje

20050216

trece

al fin en papel, al fin virtual
trece cielos y una fotocopiadora